lunes, 5 de mayo de 2014

ahora mismo

las máquinas del tiempo
están adentro

de vos y de mí y de los puestos de las ferias y
de las balanzas y las casas con mármol, los libros...
después de llorar y tirarnos en la cama boca arriba
a pensar en las cosas que se nos fueron,
abuelos
tu papá
las ganas de estar en la calle
la adrenalina y el placer de algunas drogas
el hígado voraz de acero inoxidable
las veces que mordíamos y arañábamos hombros espaldas cuellos
el otro día descubrí
que si imprimía la foto que saqué el domingo
y te escribía una dedicatoria
podía recuperar algo de eso
que decimos como dos ancianos resignados
se fue
se perdió
ya no está más
antes
antes.

vimos postales, yo-yós, autitos de juguete, billetes
botellitas de gaseosa, cajas de fósforos
compramos un queso y pan casero
artículos no coleccionables
porque acumulamos demasiadas cosas
y preferimos consumir en el acto
fumarnos
comernos
tomarnos
hacer un bollo y tirar al tacho de basura
todo es más rico así más vivo y rápido
aunque cuando estamos ancianitos
comentamos: ya no se mandan postales, mirá qué lindas que eran
(las fotos de los lobos marinos en mar del plata,
las esquinas con bancos nación amarillentos,
los bombachudos de las señoras de costado
con esa manuscrita para un querido juan
para una doña elina con afecto)

me acuerdo
el invierno de la marmota que tuvimos
me despertaba y ponía el culo en la estufa
todos los días
y después en algún momento borroso
estaba en la calle escuchando los mismos discos con los auriculares
y vos ponías tu cabeza en mi panza y te quedabas dormido
y nos despertábamos
y yo ponía la cola en la estufa
hacía dos té
las misma bromas.

me da miedo
escribir por siempre en segunda persona
cartas que ya no se mandan ancianitas
me da miedo mandarte esas cartas
escritas desde mi parte vieja que es mi parte
desde la cara con acné
y de todos modos
te escribo
querido juan o juanita o eso que te llames vos
hoy y algún día
querido con amor
con todo el amor del mundo siempre
con toda la
estufa en el culo y la calentura entre las piernas
el pan casero y el vino subiendo a los ojos
te quiero con
lágrimas analógicas sobre el papel y un pucho
aplastado antes de terminarlo
y el ruido de la cafetera y las burbujas en la esponja
con detergente
con las cosas de todos los días y
esas que pensamos que se fueron y es mentira
todo el tiempo
la máquina las trae
las encontramos en ese rincón lleno de  cajas
en la biblioteca y en los cds puestos en las cajas que no les pertenecen
ahora veo
los puestos de colecciones apilados
en un casillero de domingo
que también se volvió virtual
y veo
un manotazo en el aire en el espacio blanco
la colo que se murió ayer, fumando un pucho en la casucha de adelante
repitiendo refranes mal memorizados
carmencita que murió esta mañana
riéndose en año nuevo,
te veo a vos en ese espacio blanco
y manoteo yo y
me siento un arbol de navidad con luces
que se prenden como botones de mi saco,
me gustaría apretar uno
este, verde
y caminar el meridiano quinto empedrado
con esas ganas de hacer pis tan de verdad
y tan tu sonido de hacer pis con la boca
para reirte y yo te digo basta
tonto
quiero ir al baño ahora mismo

No hay comentarios:

Publicar un comentario